martes, 4 de enero de 2011

“El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en el sector agrícola, en el rubro de exportaciones e importaciones (1980-2008)”.

ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 3
CAPITULO 1 MARCO TEÓRICO 4
TEORÍA ECONÓMICA DE DAVID RICARDO Y DE LOS NEOLIBERALES EN EL CONTEXTO DEL TRATADO DE LIBRE COMERCIO DE AMÉRICA DEL NORTE 4
CAPITULO 2 EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO DE AMÉRICA DEL NORTE (TLCAN) Y EL SECTOR AGRÍCOLA 7
2.1 LA INTEGRACIÓN 7
2.2 LA FORMALIZACIÓN 8
2.3 LAS VENTAJAS DE LA INTEGRACIÓN REGIONAL 9
2.4 EL CONTENIDO DEL TLCAN 10
2.5 LAS NEGOCIACIONES DEL TLCAN 11
2.6 EL SECTOR AGRÍCOLA Y EL TLCAN 11
2.7 ASIMETRÍA ENTRE MÉXICO, ESTADOS UNIDOS Y CANADÁ 12
CAPITULO 3 TEORÍA DE DAVID RICARDO SOBRE EXPORTACIONES E IMPORTACIONES 15
CAPITULO 4 LOS ESTADOS UNIDOS Y EL TLCAN 17
4.1 POSICIÓN COMPETITIVA DE LOS ESTADOS UNIDOS 17
CAPITULO 5 MÉXICO, EL TLCAN Y LA AGRICULTURA 19
5.1 LA DESACELERACIÓN DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO EN MÉXICO DESDE 1982 26
CAPITULO 6 EL SECTOR AGRÍCOLA DE CANADÁ 30
6.1 EN DESARROLLO 30
CAPITULO 7 ANÁLISIS ESTADÍSTICO 32
7.1 IMPORTACIONES Y EXPORTACIONES AGRÍCOLAS EN EL MARCO DEL TLCAN 32
CONCLUSIONES 35
ANEXOS 36
BIBLIOGRAFÍA 42


Introducción
La presente investigación consiste en analizar las variaciones del PIB y PIB Per Cápita de los principales países que integran el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en el sector agrícola, en el rubro de exportaciones e importaciones entre México, Canadá y Estados Unidos de Norte América, a partir de 1980 hasta el 2008. Por otra parte, verificar si la firma de este documento benefició a México en cuanto a su crecimiento en ambos PIB. Así mismo, saber en qué ramo de la producción agrícola se especializa cada país y en cuál prefiere importar cierto producto por cuestiones económicas, o en otras palabras, qué le es más barato importar que producir.
Se comparará, en el marco teórico, si es que se ajusta, la teoría de David Ricardo con algunos aspectos del TLCAN en cuanto a las exportaciones e importaciones. Basado en la teoría ricardiana sobre el comercio exterior, de su libro “Principios de economía política y tributaria”, capítulo VII. En el marco histórico se abordarán los antecedentes del TLCAN, cómo surge. Se mostrarán gráficas para observar la variación de los PIB, en exportaciones e importaciones. Y, por último, saber cuál país es el más beneficiado con la firma de este tratado.

Capítulo 1
Marco teórico
Teoría Económica de David Ricardo y de los Neoliberales en el contexto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es el resultado del proceso de globalización que se aprecia en todo el mundo y que ha sido impuesto por las grandes economías mundiales, sin embargo, para México, este Tratado representa una política económica que busca el crecimiento de la economía mexicana por medio del libre comercio entre México y los países del norte de América.
Pero al mismo tiempo, el TLCAN se puede relacionar con algunas teorías económicas, por ejemplo, la teoría neoliberal menciona y/o define a la realidad económica como una red de transacciones comerciales en el mercado, en donde también surgen factores como la oferta, la demanda y el precio. Otro aporte de esta teoría que quiere establecer el TLCAN es la optimización total dentro de la economía de cualquier sociedad y no mantener un mercado cerrado.
En relación a la Teoría del Valor, la teoría neoliberal menciona que el producto llega al mercado sin valor establecido y es en el mismo mercado en donde adquiere un valor que depende de la necesidad del producto por parte de un individuo y no de toda una sociedad.
Por consecuencia, el TLCAN propone ideas que se asemejan a la teoría neoliberal en cuanto se refiere a que el mercado es el lugar en donde surgen las relaciones entre productor y consumidor y en cuanto a la idea de que cualquier sociedad puede “optimizar” los recursos dentro de la economía.
Y con base en lo que postula David Ricardo, en su libro, “Principios de economía política y tributación”, en sus capítulos VII, Sobre comercio exterior, que explica cuales son las ventajas y desventajas con relación a las exportaciones e importaciones se tratará de verificar si existe una relación con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. (Ricardo, D.,1959)
Comenta David Ricardo, en resumen, sobre este aspecto, que:
Ninguna extensión del comercio exterior aumentará inmediatamente la suma de valor que posee un país, aun cuando contribuirá en gran medida a aumentar la masa de bienes y, por consiguiente, la suma de disfrutes. (Ricardo, D.,1959)
En virtud del descubrimiento de nuevos mercados, obtuviésemos el doble de la cantidad de bienes extranjeros a cambio de una cantidad dada de los nuestros. (Ricardo, D.,1959)
Muchas veces se ha argüido que las grandes utilidades logradas algunas veces por comerciantes particulares en el comercio exterior elevarán la tasa general de utilidades del país y sustraerán capital de otros usos, para ser empleados en el nuevo y provechoso comercio exterior, provocando un alza general de precios, que a su vez aumentará las utilidades. Y así, todos los productores obtendrán mayores beneficios, al mismo tiempo que el importador. (Ricardo, D.,1959)
Aseguran que la igualdad de utilidades se logrará con el alza general de las mismas. (Ricardo, D.,1959)
Consecuentemente, en todos los casos el conjunto de la demanda de productos nacionales e importados, en lo que se refiere a valor, está limitada por el ingreso y el capital del país. Cuando el uno crece, el otro debe, forzosamente, disminuir. (Ricardo, D.,1959)
David Ricardo ha tratado de demostrar, en dicho libro, que la tasa de utilidades no podrá ser incrementada a menos que sean reducidos los salarios, y que no puede existir una baja permanente de salarios sino a consecuencia de la baja del precio de los productos necesarios en que los salarios se gasta. Por consiguiente, si la expansión del comercio exterior o el perfeccionamiento de la maquinaria hace posible colocar en el mercado los alimentos y productos necesarios al trabajador, a un precio reducido, las utilidades aumentarán. También bajarán los salarios y aumentarán las ganancias si, en vez de cultivar nuestros propios productos, ya sean cereales o manufacturar nosotros mismos los vestidos y demás artículos necesarios para los obreros, descubriésemos un nuevo mercado del cual podemos abastecernos a un precio inferior; pero si los artículos obtenidos a precios inferiores, debido a la expansión del comercio exterior, o al perfeccionamiento de la maquinaria, son únicamente los artículos que consumen las clases pudientes, la tasa de utilidades no sufriría cambio alguno. No se verá afectada la tasa de salarios, quedando inalteradas, por lo tanto, las utilidades. (Ricardo, D.,1959)
Así pues, el comercio exterior, aun cuando altamente beneficioso par aun país, pues aumenta la cantidad y variedad de los objetos en que puede gastarse el ingreso, y proporciona, por la abundancia y bajos precios de los bienes, incentivos para ahorrar, no muestran una tendencia a aumentar las utilidades del capital, a menos que los productos importados sean de la clase en que se gastan los salarios del trabajo. Todo esto se aplica, también, al comercio interno, no se pueden aumentar las utilidades ya sea por una mejor distribución de l trabajo, ni por la invención de maquinaria, ni por el establecimiento de nuevos caminos y canales, ni por ninguno de los métodos a emplear menos mano de obra en cualquier sector. (Ricardo, D.,1959)
Todas las clases sociales son consumidoras. (Ricardo, D.,1959)
La misma regla que establece el valor relativo de los bienes en un país, no rige el valor relativo del precio de los productos intercambiados entre dos o más países. (Ricardo, D.,1959)
En un sistema de comercio, absolutamente libre, cada país invertirá naturalmente su capital y su trabajo en empleos tales que sean los más beneficiosos para ambos. Eso se relaciona con el bienestar universal. (Ricardo, D.,1959 )
Por lo que, exportar e importar tiene sus desventajas, y radican en que si un país cuneta, o es hábil, produciendo cierto producto, y cuenta con los medios para elaborar dicho insumo, primeramente para él y después tiene la capacidad para exportarlo…Ahora, en cuanto a la importación, hay ciertos países que les es más fácil, o mejor dicho, más económico importar determinado producto que producirlo, por diferentes factores, por citar algunos, la tecnología, tierras para su cultivo, el clima, etcétera.
Capítulo 2
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte y el sector agrícola de México
“La posibilidad de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y México se anunció en junio de 1990. Poco tiempo después el gobierno canadiense solicitó su incorporación al mismo. Las negociaciones formales iniciaron en junio de 1991 y la rapidez con que se trabajo permitió concluir el acuerdo en agosto de 1992. En diciembre del mismo año los gobiernos de las tres economías lo firmaron, restando la aprobación de sus respectivas cámaras legislativas. Con múltiples discusiones, principalmente del lado estadounidense, finalmente el acuerdo fue aprobado y su operación formal inició el 1 de enero de 1994. Sin embargo, hay antecedentes previos de integraciones económicas entre estas tres economías.”
2.1 La Integración
En relación con el comercio de bienes, antes del TLCAN, Canadá y México ya eran el primer y tercer consumidor de las exportaciones estadounidenses. Aprovechando la apertura comercial iniciada unilateralmente por el gobierno mexicano (Verduzco, 2003), con su ingreso al Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT) en 1986, Estados Unidos logró incrementar aceleradamente sus exportaciones hacia México en 228% durante el periodo de 1986-1992, al pasar de 12.4 a 40.6 billones de dólares (Wrona, 1995). Por otro lado, las exportaciones canadienses y mexicanas finalizando el siglo XX se canalizan en más de 70% de su valor hacia Estados Unidos. México particularmente depende del mercado estadounidense para la exportación de 90% de sus productos agrícolas.
Antes del TLCAN Canadá y México ya eran el principal destino de las inversiones estadounidenses hacia países desarrollados y en desarrollo, respectivamente. En especial México durante 1983-2003 había recibido más del 70% de inversión extranjera directa de Estados Unidos dirigida hacia países en desarrollo (Fernández y Hogenboon, 1997).
2.2 La formalización
“Fue evidente que para los intereses estadounidenses, la previa liberación unilateral realizada por el gobierno mexicano en la década de 1980 no era suficiente garantía de creciente comercio e inversión hacia México. Tampoco fue suficiente la modificación a la ley de inversiones extranjeras en 1989, que permitía el 100 % de inversión extranjera directa en compañías mexicanas. Estados Unidos necesitaba asegurarse de que la liberalización comercial fuera más profunda, llevar acabo la exploración nuevas áreas y que no se diera marcha atrás durante las siguientes administraciones presidenciales siguientes. Sin embargo, estas razones sólo fueron la parte visible de los motivos fundamentales para la formalización de las relaciones económicas con México. En el fondo su interés descansa en la ampliación de espacios para el proceso de acumulación estadounidense y en consolidar la dominación económica que viene ejerciendo” (Conchello, 1992).
Mientras del lado canadiense no se pudo afirmar la existencia de un fuerte interés por el mercado mexicano. De hecho, los intercambios comerciales habían sido históricamente bajos; sin embargo, no querían quedarse con la relación bilateral previamente firmada con Estados Unidos en el acuerdo de libre comercio de 1988. Se afirma que su principal interés radicó en salvaguardar y, en lo posible, mejorar lo alcanzado en dicho acuerdo y secundariamente también participar con mayor fuerza al mercado mexicano. (McPhail, 1995)
México fue, de los tres países, el más interesado en firmar el acuerdo de libre comercio, ya que durante la década de 1980 el gobierno mexicano realizó una transformación estructural de la economía con el objetivo de integrarla en la economía global y para dar alternativas al modelo sustitutivo de importaciones.
Las acciones tomadas para internacionalizar la economía mexicana resultaron en una creciente integración con la economía estadounidense, tanto desde el punto de vista de creciente dependencia de la inversión extranjera directa, como de las exportaciones e importaciones (Pérez, 1990).
“México necesitaba urgentemente el TLCAN como parte de su estrategia de cambio estructural para fortalecer el nuevo modelo de desarrollo y para encontrar una salida a sus problemas de estancamiento o débil crecimiento económico. A consecuencia, el gobierno mexicano pensó en la posibilidad de facilitar el acceso de productos mexicanos al gran mercado estadounidense, sobre todo después de percibir un creciente proteccionismo en la década de los ochenta; se consideró asimismo que el acuerdo comercial crearía mejores condiciones para atraer inversión extranjera diversificada” (Flores Verduzco, 2003).
2.3 Las ventajas de la integración regional
El fenómeno de la globalización y la competencia que este exacerba son las causas principales del movimiento hacia la formación del bloque comercial de Norteamérica.
La integración regional es considerada como una estrategia entre las empresas lideres de las economías que integran el TLCAN, ya que éstas al ver que la competencia llegaba a un nivel muy alto concibieron dicha integración para fortalecer desde la región su competitividad mundial.
Desde el punto de vista neoliberal, los acuerdos de integración económica regional que proliferan desde los años ochenta fue una segunda mejor alternativa a la liberación comercial que se promueve desde la Organización Mundial de Comercio (OMC). Aparentemente contradicen el proceso de globalización que impulsan las empresas transnacionales en escala mundial; sin embargo, se demuestra que no alteran sus estrategias globalizadas para abastecerse, invertir y comercializar (Nunenkamp, Gundlach y Agarwal, 1994).
La creación de los espacios de influencia regional es una respuesta a los movimientos que en el mismo sentido se dan en Europa y Asia. Las empresas que actúan en los proyectos de integración regional, sin abandonar sus estrategias globalizadas, logran atraer un mayor volumen de inversiones extranjeras, aprovechan las economías de escala derivadas de la ampliación de mercados y mantienen un espacio regional de protección de sus mercados que les permite negociar con los demás bloques comerciales existentes la posterior liberalización comercial.
2.4 El contenido del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
En el TLCAN fundamentalmente se negociaron seis temas:
a) El acceso al mercado entre los países firmantes, que requirió la negociación de tarifas arancelarias, barreras no arancelarias, reglas de origen, compras gubernamentales y tratamiento a sectores específicos como el automotor, agricultura y textiles, y ropa;
b) Las regulaciones, que buscaron evitar distorsiones al comercio o la protección de sectores que se verían afectados, entre ellas las salvaguardas, los subsidios, apelaciones comerciales y estándares de comercio, los servicios y la inversión;
c) Los servicios, incluidos los financieros, transportación terrestre, telecomunicaciones y otros;
d) La inversión;
e) La protección de los derechos de propiedad intelectual y,
f) Los mecanismos para la solución de disputas comerciales (Ready, 1993).

2.5 Las negociaciones del TLCAN en el sector agrícola
En las negociaciones se incluyeron las formas de desgravación arancelaria, se definieron criterios sobre las reglas de origen y se establecieron las disciplinas que son aplicables al comercio entre los tres países, relativas a los apoyos internos, subsidios a las exportaciones, normas técnicas y de comercialización agropecuaria, aplicación de salvaguardas especiales y de normas sanitarias y fitosanitarias (Secofi, 1994).
En las negociaciones del TLCAN el gobierno mexicano decidió incluir todos los sistemas de producción del sector agrícola. Predominó una acción de trueque, en la que se pensó que intercambiando la liberación de sistemas de producción con desventajas competitivas se obtendrían concesiones para estos mismos sistemas cuyas ventajas provienen de recursos naturales favorables, mano de obra barata y una mayor disposición de capital y tecnología.
2.6 El Sector Agrícola y el TLCAN
En el capitulo VII del TLCAN establece las bases de la negociación para el sector agropecuario. En el se incluyen las formas de desgravación arancelaria, se definieron criterios sobre las reglas de origen y se establecieron las disciplinas que son aplicables al comercio entre los tres países, relativas a los apoyos internos, subsidios a la exportación, normas técnicas y de comercialización agropecuaria, aplicación de salvaguardas especiales y de normas sanitarias y fitosanitarias (Secofi, 1994).
En las negociaciones del TLCAN el gobierno mexicano decidió incluir todos los sistemas de producción del sector agrícola. Predominó una acción de trueque, en la que se pensó que intercambiando la liberación de sistemas de producción con desventajas competitivas se obtendrían concesiones para estos mismos sistemas cuyas ventajas provienen de recursos naturales favorables (principalmente de tipo climático), mano de obra barata y una mayor disposición de capital y tecnología. Gracias a ello se intercambiaron concesiones de granos, oleaginosas y productos ganaderos por la obtención de apertura para la exportación de frutas y hortalizas.
En general, con la negociación agrícola se eliminaron de inmediato aranceles equivalentes a 57% del valor del intercambio bilateral México-Estados Unidos; en cinco años se esperaba que la liberación aumentase a 63% del comercio bilateral y a 94% en 10 años. Solo el restante 6% quedaba sujeto a una extensión por 15 años (Clyde y Schott, 1993).
Asimismo, en el tratado fueron acordadas salvaguardas especiales para atender casos de súbita elevación de importaciones que amenazaran dañar la planta productiva de algún país importador. Sin embargo, los granos básicos y las oleaginosas no están incluidos en la lista oficial negociadas por México. Sólo se negociaron salvaguardas para carne y productos del cerdo, papas, manzanas frescas y extractos de café (Secofi, 1994). De esta forma, no hay un mecanismo de protección para este importante subsector de a producción agrícola, a pesar de que es el más débil dentro del sector agropecuario.
2.7 Asimetrías entre México, Estados Unidos y Canadá
La diferente dotación de recursos naturales, el potencial productivo de la población, el tamaño de las economías y del mercado, las diferencias en infraestructura física e institucional de apoyo al desarrollo agrícola, el grado de mecanización, las diferencias en política macroeconómica y el diferente apoyo con subsidios son algunos de los elementos que definen la asimetría.
En el cuadro 1 se puede apreciar que Estados Unidos dispone de 71.4% de las tierras arables en toda el área del TLCAN, extensión siete veces mayor a la mexicana y casi cuatro veces superior a la de Canadá. Aunque depende del temporal para la producción agrícola, pues riega solo 12.1% de la superficie arable, la extensión bajo riesgo de ese país es cercana (85%) a toda la superficie arable de México. Adicionalmente, la franja cerealera se caracteriza por disponer de buenas condiciones de iluminación y humedad.


Cuadro 1

Asimetría entre México, Estados Unidos y Canadá
México Estados Unidos Canadá
Población (1 000)1 100,368 285,926 31,015
Población rural (1 000)1 25,555 64,539 6,535
Población agrícola (1 000)1 23,064 6,162 766

Superficie total (1 000 ha)2 195,820 962,909 997,061
Tierras arables (1 000 ha)2 27,300 179,000 45,700
Tierra irrigada (1 000 ha)2 6,500 22,400 720

PIB dólares mil mil. (1999)4 428.8 (lugar 12) 8 351.0 (lugar 1) 591.4 (lugar 9)
PIB per cápita (US$ 1999)4 4 400 (lugar 71) 30 600 (lugar 8) 19 320 (lugar 29)

Rango de competitividad (lugar)5 43 1 9

Gasto en investigación agropecuaria/PIB agropecuario (%) 0.52 2.60 -
Tractores/1 000 trabajadores4 20 1,484 1,642
Salario en la agricultura (dólar/año), 1995/19984.2 908 n.d. 30,625
Productividad agrícola (dólar/trabajador)4 2,164 39,001 n.d.
Subsidios agrícolas (% del ingreso) 20006 19 21 17

Importación agroalimentaria (1998/2000), valor en 1 000 de dólares7 8,935,732 43,354,622 11,046,062
Exportación agroalimentaria (1998/2000), valor en 1 000 de dólares7 7,157,371 55,508,420 15,253,898
Fuentes: 1FAO, FAOSTAT, http://apps.fao.org; 2 ibíd. 4 Banco Mundial, World Development Report 200/2001, Attacking Poverty, Washington, 2001. 4.2 The World Bank, World Development Indicators 2002, Washington, 2002, pp. 64 y 65. 5 M. Porter. 6 OCDE, Producer and consumer support estimates, 2001, Base de datos. 7 FAO, FAOSTAT, op, cit.
Tomado de Integración económica al TLCAN y participacion estatal en el sistema de inovación tecnológica en granos y oleaginosas en México (pág. 95).
Una evidencia de la mayor productividad de los trabajadores agrícolas de Estados Unidos y Canadá es proporcionada por el índice de superficie laborada. Los trabajadores son capaces hacer producir 20 veces más superficie en Estados Unidos y 40 veces más en Canadá que en México. En parte eso explica por qué Estados unidos dispone de 1.6 tractores por trabajador agrícola y Canadá de 1.8, en tanto que México sólo tiene un tractor para cada 51 trabajadores.
La superioridad que tiene Estados Unidos ante las otras dos economías, respecto al volumen de recursos dedicados al sector agrícola en forma de subsidios es casi 10 veces superior al que dedica el gobierno mexicano (cuadro 1). Ante este tipo de ventajas, para los agricultores mexicanos es muy difícil competir, mientras que para Estados Unidos es todo lo contrario.
En el cuadro 2 se puede observar la comparación de la productividad de los principales granos básicos y oleaginosas para confirmar la presencia de las asimetrías.
Cuadro 2
Comparación del rendimiento medio de granos y oleaginosas entre México, Estados Unidos y Canadá, 1996-2000 (t/ha)

Cultivo México (A) EUA (B) Canadá © A/B (%) A/C (%)
1. Maíz 2.338 8.273 7.208 28.3 32.4
2. Frijol 0.600 1.853 1.775 32.4 33.8
3. Trigo 4.465 2.729 2.370 163.6 188.4
4. Arroz 4.514 6.673 - 67.6 -
5. Sorgo 3.116 4.208 - 74.0 -
6. Cebada 1.884 3.195 3.047 59.0 61.8
7. Soya 1.502 2.557 2.642 58.7 56.8
8. Cártamo 1.457 1.838 - 79.3 -
9. Ajonjolí 0.562 - - - -
10. Colza 1.243 1.518 1.449 81.9 69.0
11. S. algodón 2.649 1.872 - 141.5 -
12. Girasol 0.876 1.537 1.550 57.0 56.5
Fuente: Calculado con datos de FAO,FAOSTAT, http://apps.fao.org.
Tomado de Integración económica al TLCAN y participacion estatal en el sistema de inovación tecnológica en granos y oleaginosas en México (pág. PEMDIENTE).
Con excepción del trigo y la semilla de algodón, cultivos en los que México supera el rendimiento de Estados Unidos y Canadá, en los otros nueve cultivos México es superado ampliamente en productividad física de la tierra, desafortunadamente las diferencias son mas marcadas en los cultivos de maíz y frijol, los mas extendidos en México y de los que depende una mayor cantidad de productores.
En el cuadro 2 también permite observar que Estados Unidos cultiva todos los productos de granos y oleaginosas, con excepción del ajonjolí.


Capítulo 3
Teoría de David Ricardo sobre exportaciones e importaciones.
“Las primas a la exportación de cereales tiende a bajar su precio para el consumidor extranjero, pero no produce efectos permanentes en el precio del mercado interno”. (Ricardo, D.,1959)
Una prima sobre a exportación de cualquier mercancía tiende a reducir en pequeño grado el valor del dinero. Todo lo que facilita la exportación tiende a acumular dinero en un país y, por el contrario, todo lo que la impide, conduce su disminución. El efecto general de los impuestos, al subir los precios de las mercancías afectadas, es disminuir la exportación y, por lo tanto, obstaculizar el ingreso del dinero, y según el mismo principio, una prima estimula el ingreso monetario. (Ricardo, D.,1959)
Para que un producto, en este caso, sea exportado, Ricardo dice que, el producto a exportar debe de venderse por debajo del costo del que se produce en el país al que se exporta, y tendría una mayor demanda en el extranjero, lo que implica que dicho insumo tendría una menor demanda interna. (Ricardo, D.,1959)
No dejaría de proporcionar alicientes a la agricultura del país exportador.
Elevar temporalmente el precio de un producto, a consecuencia de una demanda acrecentada en el exterior, no tendrá ningún efecto en el precio monetario del trabajo. El alza de determinado producto ocasionada por la competencia de una oferta que antes era destinada exclusivamente al mercado nacional. Al elevarse las utilidades, se emplea un capital adicional en la agricultura, y se obtiene así una mayor oferta; pero hasta que esto suceda, el alto precio es absolutamente necesario para proporcionar el consumo a la oferta, que será contrarrestada por un alza en los salarios. El alza del precio del producto es la consecuencia de su escasez, y el medio por el cual disminuye la demanda del comprador nacional. Si subieran los salarios, la competencia aumentaría y se haría necesaria una ulterior elevación del producto exportado. (Ricardo, D.,1959)
Los salarios no tienen relevancia en este asunto, comenta Ricardo. Ya que, éstos los pagan, tanto fabricante como agricultor, y por lo tanto, en este respecto, ambos se ven igualmente afectados en sus utilidades, mientras que el agricultor vende su producto a un costo elevado, mientras que el fabricante lo da al mismo precio que antes. Por lo tanto, es la desigualdad la que sugiere el traslado del capital de un rubro hacia otro, circunstancia por la cual se producirá más grano que productos provenientes de la industria manufacturera. Éstas no subirán, porque se producirá menos de ellas, ya que en parte serán obtenidas a cambio del grano exportado, según el análisis que realiza Ricardo en su libro “Principios de economía política y tributación”. (Ricardo, D.,1959)
De modo que la prima, en tanto eleva el costo del producto es, indudablemente, un beneficio real para el agricultor. Por lo que se debe de admitir que, al subir el precio de producto exportado, impulsa a la agricultura, y la cuestión es saber si la agricultura debe de ser estimulada de esta forma. Esto es un beneficio real para el agricultor porque no eleva el precio de mano de obra, pero si lo elevara, aumentaría proporcionalmente el precio de todas las cosas, privando de todo estímulo especial a la agricultura. (Ricardo, D.,1959)
Por lo que, el objeto de todo comercio es aumentar la producción, ya que, todo comercio, nacional o extranjero, es benéfico, al incrementar el volumen y no el valor de la producción. En ambos casos, no existe otra ganancia que la de una utilidad productiva. (Ricardo, D.,1959)
Capítulo 4
Los Estados Unidos y el TLCAN
4.1 Posición competitiva de Estados Unidos
Los resultados indican que en la región el comercio agropecuario creció con el TLCAN. Un estudio previo ya había detectado que se incrementó a mayor velocidad en todas direcciones, comparado con el resto del mundo:
Entre 1994 y 1998 las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a sus contrapartes del tratado aumentaron a una tasa anual de 8.1%, en contraste con 2.6% al resto del mundo. Las importaciones estadounidenses de Canadá y México crecieron 11.1% por año, mientras que las del resto del mundo lo hicieron en 6.7 por ciento (De Ita, 2000).
En términos globales todos los países salieron beneficiados del acuerdo comercial. Sin embargo, información desagregada del intercambio estadounidense con cada país permite apreciar que unos se benefician más que otros (cuadro 3).
Cuadro 3
Estados Unidos: intercambio de comercio agropecuario con Canadá y México, 1995-2001 (millones de dólares)

Año Exportaciones a Canadá Exportaciones a México Importaciones de Canadá Importaciones de México
1995 5,807.7 3,524.5 5,630.6 3,835.9
1996 6,138.0 5,447.1 6,791.0 3,765.2
1997 6,779.6 5,177.2 7,449.3 4,110.6
1998 6,992.7 6,151.5 7,793.4 4,688.2
1999 7,057.9 5,624.0 7,994.2 4,879.4
2000 7,640.3 6,409.8 8,660.8 5,077.3
2001 8,121.5 7,403.9 9,863.1 5,264.9
Fuente: Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA: http://www.fas.usda.gov./scriptsw/bico/bico.asp).
Tomado de Integración económica al TLCAN y participacion estatal en el sistema de inovación tecnológica en granos y oleaginosas en México (pág. PEMDIENTE).
Puede observase que las exportaciones de Estados Unidos a Canadá crecieron menos que las enviadas a México. No se compara un aumento de 85% de las dirigidas a México, a un ritmo de 13% anual, con un modesto incremento de 32% de las misma a Canadá y un crecimiento de apenas 6% anual.
Estados Unidos aprovecho el Tratado para diversificar sus exportaciones a México, incluso aumentando el comercio en aquellos productos en que se supone México tiene mayores ventajas (cuadro 4).
En dicho cuadro se puede observar que así como crece la exportación a México de granos y oleaginosas.

Cuadro 4
Estados Unidos: exportaciones a México de productos de granos y oleaginosas, hortofrutícolas y ganaderos, 1995-2000 ( il. De dólares)

Año Granos y Oleaginosas Hortalizas y Frutas Ganaderos
1995 1,743.5 166.8 754.7
1996 3,039.8 210.3 1,007.4
1997 2,220.2 280.8 1,454.6
1998 2,617.8 341.0 1,586.7
1999 2,376.2 376.5 1,746.3
2000 2,175.5 531.4 1,573.3
Aumento 25% 219% 108%
Fuente: Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA: http://www.fas.usda.gov./scriptsw/bico/bico.asp).
Tomado de Integración económica al TLCAN y participacion estatal en el sistema de inovación tecnológica en granos y oleaginosas en México (pág. PEMDIENTE).
En 1995 los tres grupos de productos representaron 76% de las exportaciones agropecuarias estadounidenses a México. No obstante su crecimiento acelerado, en el año 2000 su importancia relativa se redujo 73%.
“Con una población creciente, una economía en expansión y un sector agrícola cada vez más orientado al mercado, México se convirtió en el segundo socio comercial de los Estados Unidos en productos agrícolas en 2006. Fue origen del 10 por ciento de las importaciones estadounidenses de estos productos e importó de EUA 14% de sus insumos agrícolas. Para México, los Estados Unidos siguen siendo el mayor socio en este sector. Más del 80% de las exportaciones agrícolas de México van a ese país. Específicamente, las importaciones estadounidenses de estos productos mexicanos durante 2006 se valuaron en la cifra récord de 10,200 millones de dólares, mientras que las exportaciones estadounidenses a México sumaron 11,500 millones de dólares.
Desde que el TLCAN entró en vigor en 1994, el comercio agrícola bilateral ha aumentado en forma impresionante. Las exportaciones de México a EUA han crecido casi 10% cada año –el doble de lo que lo hacían antes del TLCAN– mientras que las exportaciones de EUA a México han aumentado alrededor de 8% anualmente. Esto refleja los resultados mutuamente benéficos del TLCAN para los sectores agrícolas de ambos países.”
Capítulo 5
México, el TLCAN y la agricultura.
Estados Unidos, el principal socio comercial de México antes y durante el TLCAN. En el caso del sector agrícola mexicano, hubo varias medidas importantes anteriores al TLCAN que se ocuparon de reducir la participación del Estado y de crear nuevas instituciones agrícolas para ello. Y no sólo eso; antes de que comenzara el TLCAN se puso en práctica una serie de políticas nacionales de transición para ayudar a los campesinos para enfrentar la competencia en el subsector de los granos y las oleaginosas. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
Los productos importables que el gobierno mexicano consideraba como básicos para la dieta de los mexicanos y para la economía rural. Los cultivos son cebada, maíz, sorgo soya y trigo. El segundo grupo de productos los conforman las verduras y las frutas de mayor exportación, las más importantes son: jitomates, pimientos, pepinos, cebollas, espárragos, mangos y melones. Hay otros seis productos, por ejemplo el frijol y el arroz, pero este último fue liberado antes de que entrara en vigor el TLCAN, o bien, porque no son un componente importante en la producción agrícola. El café es otro producto que exporta México hacia los Estados Unidos, pero no es un producto competitivo para este país. Por otro lado las exportaciones de azúcar, hechas con caña de azúcar se han incrementado en los años recientes. Se bebe poner peculiar atención a este último producto ya que ha propiciado discusiones comerciales entre estas dos economías. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
Una de las reformas más importantes en materia agrícola fue la eliminación de los precios de garantía a los productores de cultivos básicos. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
El presidente Zedillo (1994-2000), creo un nuevo programa llamado “Alianza para el campo”. El propósito principal de este proyecto era aumentar la producción agrícola, capitalizar a los agricultores y promover la incorporación de la producción agropecuaria a la cadena alimentaria. Un aspecto fundamental de la alianza para el campo es promover la eficiencia agrícola por medio de la sustitución de cultivo, el cambio consiste en dejar de producir básicos y producir frutas y verduras, en los agricultores que tuvieran una ventaja potencial comparativa en el contexto de una economía abierta. Una característica importante de Alianza es su carácter descentralizado y con control estatal de sus programas; otra es que los agricultores que participan en estos programas contribuyen a los fondos del programa. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
Los cambios a las políticas fueron planeados para apoyar la producción agrícola. El presidente Salinas creo la Secretaria de Desarrollo Social, dedicado para apoyar a los pobres, más adelante fue denominado Progreso por el presidente Zedillo y Fox lo conceptualizó con el término de Oportunidades. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
Con el TLCAN México obtuvo también mayor acceso a los mercados de Canadá y los Estados Unidos. Se negociaron dos acuerdos diferentes, uno entre México y Canadá, y otro entre Estados Unidos y México. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
Desde los primeros momentos del TLCAN, algunos de los productos que México consideraba como parte de sus cultivos básicos fueron liberados. Así, desde enero de 1994 en adelante, el sorgo, la semilla de ajonjolí, el cártamo y el girasol de los Estaos Unidos y Canadá comenzaron a entrar libremente a México. Esto también ocurrió con todas la semillas para el cultivo y, desde enero de 1998 y enero de 2003, con la soya y la cebada, respectivamente. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
El TLCAN fue el primer acuerdo de libre comercio que decidió sustituir las restricciones cuantitativas a las importaciones por cuotas-tarifas como primer paso en un proceso de transición para alcanzar a largo plazo un comercio sin restricciones. Los gobiernos de las tres naciones decidieron utilizar este esquema para los productos que consideraron más expuestos a la competencia de sus socios. Fijar una cuota exenta de tarifas y altas tarifas cuando las importaciones excedieran la cuota. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
Desde que entró en vigencia el TLCAN y hasta el año 2000 México no ha cobrado tarifas cuando las importaciones de maíz han excedido la cuota: por ejemplo, en 1996 las importaciones del grano que entraron exentas de tarifas fueron de casi 6 millones e toneladas, mientras que la cuota fue de 2.62 millones y en 1998 los montos fueron de 4.13 y 2.81 millones, respectivamente. En el caso del frijol sus importaciones han sido más bajas que las cuotas. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
El acceso a los mercados estadounidenses de los cultivos mexicanos, principalmente frutas y verduras, ha aumentado. La liberación de los productos de Estado Unidos consideraban más sensibles no fue inmediata. Para estas mercancías hubo un proceso de negociaciones con México mediante el cual se buscaba eliminar las restricciones, basándose en el carácter complementario o sustantivo de las exportaciones mexicanas. Esto significa que se acordó que el proceso de liberación de estos productos estuviera basado en los ciclos productivos anuales de las frutas y verduras. Algunos de los productos exportados a los Estados Unidos son uva, mango y piña, las cuales fueron eliminadas en 1994. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
Los efectos esperados tras la liberación de la agricultura y el TLCAN para México son los siguientes.
a) Las importaciones aumentarán debido a la reducción de los aranceles y las barreras arancelarias. Entonces los productores de bienes importables se vería obligados a competir con los productores extranjeros, en particular los provenientes de los Estados Unidos. Además, la falta de regulación de los mercados de estos productos posiblemente traerá consigo la caída en el precio de los productos y, por tanto, la reducción de la oferta nacional.
b) Los productores de exportables se beneficiarán de la liberación del comercio norteamericano.
c) El comercio agrícola en conjunto crecerá, al igual que la oferta agrícola nacional, cuando menos la de los productos para la exportación.
d) La liberación del comercio mejorará la manera en que se asignan los recursos del campo y la eficiencia y la productividad agrícola, lo que reflejará las ventajas comparativas de cada cultivo. Como consecuencia, habrá un cambio en la composición de productos de la agricultura y, por tanto, en las participaciones que tienen en el área cosechada: a saber, los productos de importación experimentarán un descenso en su participación y los productos de exportación un aumento.
e) Los rendimientos de los factores en la producción nacional de importables crecerá, conforme vayan desapareciendo los productos no competitivos, y también porque los agricultores que aún se ocupen de producir importables tendrán que reducir sus costos unitarios para poder competir con las crecientes importaciones.
f) En cuanto a los exportables, se espera que las ganancias productivas tendrán menor relación con las reformas al comercio, al menos en el corto plazo, ya que México, antes del TLCAN, era un productor competitivo de estos cultivos.
g) La eliminación de los subsidios oficiales al crédito, así como una mayor participación del sector privado en el mercado de créditos agrícolas, incrementará la productividad de este sector.
h) En el mediano plazo aumentará la inversión en el sector agrícola, debido a la reforma ejidal y al TLCAN. Además, en un sistema de libre comercio, esto permitirá que se incorporen tecnologías modernas y que, por consiguiente, se aumente la productividad.
i) Este proceso de cambio estructural en la agricultura podría conducir a un aumento en la emigración del sector rural.
j) La eliminación de la protección industrial debe conducir a una reducción en los costos del capital físico usado por la agricultura y en los precios de los insumos. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
El peso que han tenido los Estados Unidos en el comercio agrícola mexicano ha sido muy alto, tanto antes como después del TLCAN. Las importaciones provenientes de Estados Unidos durante el periodo 1990-1993 representaron 86.7% del valor total de las importaciones agrícolas de México, y 85% a lo largo de los siguientes ocho años. Por lo que respecta a las exportaciones agrícolas mexicanas, se tiene que las dirigidas hacia los Estado Unidos constituyeron 93 y 97% durante los mismos dos periodos. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
El aumento del comercio exterior agrícola mexicano se explica, básicamente, por el incremento del comercio de México con los Estados Unidos. El valor total del comercio agrícola mexicano con su vecino del norte aumentó de un promedio de 5898 millones de dólares en 1990-1993 a un promedio de casi 10 millones de 1994-2001. Sin embargo, esta tendencia fue interrumpida por la crisis macroeconómica que México padeció en diciembre de 1994 y en 1995, en particular por la gran devaluación del peso. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
Los productos estadounidenses que más importa México, antes y durante el TLCAN, son granos y oleaginosas. Éstos corresponden, en el periodo 1990-2001, a 28.3 y 16.2%, respectivamente, del valor total de las importaciones agrícolas. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
Las principales exportaciones de México son verduras y frutas, que representan para este periodo, alrededor de 30 y 11%, respectivamente, del valor total de las exportaciones agrícolas mexicanas a los Estados Unidos. Desde el inicio del TLCAN, con excepción de 1995, México ha tenido un déficit en su comercio agrícola con el país vecino del norte, que ha aumentado de 756 millones de dólares promedio anual en 1990-1993, a 125 millones desde que se puso en marcha el TLCAN. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
Hay dos tipos siembra, que diferencian la agricultura en cuanto a sus importaciones, y son la agricultura de temporal y la de riego. Porque como es sabido, todo depende de si se cuenta con agua o no para el riego, o se espera a la temporada de lluvias, lo cual nos indica las distintas maneras en la que se producen los cultivos básicos. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
En cuanto a los productos más importantes de importación y en cuanto a producción nacional, muestra que, tras siete años de vigencia del TLCAN, la producción de soya y de trigo disminuyó, mientras las importaciones aumentaron. Las importaciones de cebada, frijol, maíz y sorgo también han crecido durante el mismo periodo, pero su producción nacional aumentó un poco. En conjunto, la producción de estos cultivos creció durante el TLCAN en relación con los años noventa. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
La producción en tierras de riego de los cultivos estudiados amentó en el periodo de 1991-1993 con respecto a 1983-1990 en un 15% y permaneció prácticamente constante durante los años del TLCAN en -0.01%. Ni la superficie sembrada ni la cosechada se modificaron en 1980-1990 con respecto a 1991-1993 y, más aún, disminuyeron en el periodo del TLCAN. Los rendimientos de los cultivos de riego han aumentado de manera frecuente durante todo este periodo, en cambio, la producción, superficie sembrada y cosechada en temporal de los mismo bienes aumentaron durante el TLCAN 15, 19, y 14% respectivamente, mientras que los rendimientos de estas tierras se han mantenido más o menos constantes, de 1.5 toneladas por hectárea en 1980-1993, a 1.7 en los años de vigencia del TLCAN. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
El total de las exportaciones agrícolas mexicanas hacia los Estados Unidos se incrementó a partir del TLCAN. Esto fue experimentado por las principales frutas y verduras de México, cuyas exportaciones a los Estados Unidos crecieron 57% durante el TLCAN respecto al periodo 1992-1993. Las verduras son las más importantes, en cuanto constituyen 71% en 1992-1993 y 77% en 1994-2000 del valor de las exportaciones de los 18 cultivos, la mayoría de estas frutas y verduras fueron consideradas por los vecinos del norte como competitivas y, en consecuencia, aún no tienen acceso total al mercado de ese país. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
Las exportaciones mexicanas de las principales frutas y verduras hacia los Estado Unidos se han incrementado durante el TLCAN: un promedio anual de 6.6 millones de dólares constantes 10.4 millones durante el acuerdo. Una vez que la economía mexicana se estabiliza y el tipo de cambio se estabilizan, la tasa de crecimiento disminuye de un 11.1% de 1997-200, en relación con 1995-1996. La producción interna de las frutas y verduras seleccionadas ha estado creciendo durante la vigencia del TLCAN: mientras las verduras aumenta de un promedio anual de 3.6 millones de toneladas durante el periodo 1983-1990 a 4.2 millones en 1994-2000; las frutas se incrementaron de un promedio anual de 6.1 millones de dólares a 6.9 y a 8.4 para los mismos tres precios. Este crecimiento también está presente en sus exportaciones. Sin embargo, éstas han crecido considerablemente más que su correspondiente producción interna. Mientras, por un lado, el volumen de las exportaciones totales de las verduras creció 68% durante los primeros siete años del TLCAN con respecto a 1992-1993, por otro lado, el incremento en el volumen de la producción de eso productos alcanzó apenas 5% durante el mismo periodo. En el caso de las frutas el crecimiento fue de 75 y 25%, respectivamente. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
La producción nacional de productos agrícolas exportables e importables antes y durante el TLCAN no indica que se haya realizado un cambio radical en el uso de la tierra; es decir, que la tierra dedicada a la producción de bienes importados antes del TLCAN se dedique ahora a la producción de exportables. Durante el periodo de 1990-1993, los productos de exportación sustituyeron a los de importación, pero no ocurrió lo mismo durante el periodo del TLCAN 1994-2000. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
Las políticas agrícolas se han transformado profundamente desde el principio del decenio de los noventa, destacando la abolición de la Conasupo, la apertura comercial, la reforma ejidal y la creación de nuevos programas e instituciones agropecuarias. Algunas de las consecuencias de estos cambios han sido el gran crecimiento del comercio agrícola con nuestros vecinos del norte, el aumento de la productividad en tierras regadas en la producción de cultivos básicos o importables y el cambio estructural experimentado en las exportaciones de frutas y hortalizas un año después de haberse iniciado la puesta en marcha del TLCAN. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
La mayoría de los productores comerciales de granos y oleaginosas aún o tienen la condiciones para producirlos competitivamente o para sustituirlos por cultivos de exportación; para ello requieren el cambio tecnológico, reducir sus costos y acceso al crédito, o los subsidios gubernamentales. (Barceinas y Yúnez-Naude, 2004)
5.1 La Desaceleración del Crecimiento Económico en México desde 1982
Jaime Ros hace un análisis de cuales fueron los principales factores que provocaron la desaceleración del crecimiento en México. El análisis lo realizó desde el año de 1980 hasta el 2005 comparándolo con los años de 1940 hasta 1981. Ros nos da un recorrido sobre estos años que pudieron haber sido maravillosos de haber tomado la senda correcta de las inversiones. Jaime compara el crecimiento, o en este caso el desaceleramiento económico de México con algunos países suramericanos, con China, e incluso, con países del continente africano.
En le caso de las exportaciones, éstas fueron un factor que impulsó, de cierta forma la economía del país. Con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se rompió el sesgo antiexpotardor. El incremento en la tasa fue de 5.8% anual en el periodo de 1982-1993 al 11.1% entre 1993-2005, con las exportaciones no petroleras creciendo a un ritmo aún más altos. Sin embargo, el comercio internacional no dio los frutos económicos esperados, el autor nos comenta que, ha habido un veloz crecimiento en las exportaciones pero no un rápido proceso de crecimiento impulsado por las exportaciones.
La tecnología es la base fundamental para el crecimiento de una economía. La hi-tec, o alta tecnología…con herramientas modernas se puede acelerar la producción y ser un país altamente competitivo. Por lo que es importante invertir en tecnología de punta.
Otro factor determinante es la debacle en la inversión pública. No se ha invertido lo suficiente a los productos totales de los factores (PTF: capital, trabajo, tierra), debido a que no se han completado las reformas comerciales o, más bien, a una nueva generación de reformas comerciales. Por ejemplo, un ejercicio reciente nos arroja que, alrededor de dos terceras partes en la reducción de la tasa de crecimiento del PIB (una reducción del 3.9 puntos porcentuales, si se compara 1980-2003 con 1960-1979) se explica por un menor crecimiento del PTF, que de hecho se redujo a una tasa de 0.5% al año de 1980-2003.
En al año de 1980, México tenía un ingreso medio-alto en su PIB per cápita que era superior al 40% del promedio de un grupo de países de latos ingresos de la OCDE. La diferencia la hace el trabajo, la edad para trabajar, la participación de la mujer en el ámbito laboral, el índice de sectores de baja productividad, ésta mayor en países en desarrollo que en los desarrollados y la diferencia del producto entre trabajador de sectores individuales.
Si esto se hubiese mantenido, la tasa del PIB per cápita hubiera incrementado a un 80% y hubiese alcanzado los altos ingresos de los países pertenecientes a la OCDE.
A su vez, otro motivo importante para la desaceleración del crecimiento económico de México, y que para resolverlo, Jaime Ros se pregunta ¿es un lento proceso de formación de capital humano responsable por la desaceleración del crecimiento? El autor, a este planteamiento encontró una respuesta negativa, ya que, los índices de educación y de salud no van en detrimento, sino todo lo contrario.
La matrícula estudiantil, en el grado de escolaridad de primaria, ha ido incrementado; el analfabetismo ha disminuido. El promedio de escolaridad aumentó de 4.6 años en 1980 a 8.1 años en 2005; la matrícula de secundaria, también incrementó, mientras que la de nivel superior se mantuvo constante.
Pero esto no quiere decir que a mayor nivel de escolaridad mayor productividad, o lo que es lo mismo, capital humano. Sí, el sistema, o dicho más propiamente, el ámbito laboral requiere de mano de obra más calificada, entre más calificada mejor colocados laboralmente van a estar, y por ende, un mejor salario obtendrán. Pero esto, como ya lo mencionamos no presupone que habrá una aceleración del crecimiento…debido al alto índice de jóvenes ocupados en trabajos informales, el cual ha aumentado desde 1989-2002 para los grupos de con escolaridad relativamente alta (de 10 años en adelante). Un dato adicional: para hoy en día, 2010, existe un concepto nuevo, una nueva generación de jóvenes, denominados “Los ninis”, adolecentes que “ni estudian ni trabajan”, según el periódico La Jornada, en un artículo, publicado el día 5 de enero de 2010, existen 7 millones de ninis en México.
Pero lo que sí fue decisivo para la disminución de la tasa de expansión económica de México parce haber sido sencillamente un débil desempeño de la inversión, comenta Jaime Ros.
La tasa de acumulación de capital cayó de 6.1% anual entre 1965-1969 y 1996-2003. La incapacidad de generar capital para un crecimiento a un rápido ritmo ha frenado la expansión y modernización de la capacidad productiva y simultáneamente restringido el crecimiento de la demanda agregada.
Este pobre desempeño es evidente en la evolución de la tasa de inversión en capital fijo como porcentaje del PIB. Lo que deprimió la tasa de inversión fue la deuda de la crisis, lo cual hizo que cayera drásticamente en 1982-1983, alcanzando un valor de 17.6% en 1883, unos 9 puntos porcentuales por debajo de su máximo en 1981; lo mismo que provocó la crisis y recesión de los años 90´s, en este caso cayó más de 3 puntos porcentuales para alcanzar un mínimo de 16.15.
La inversión extranjera directa (IED) no es un factor determinante en la desaceleración del crecimiento económico de México, ya que éstas han sido validadas, o sea, efectivas.
La valorización del peso frente al dólar, E. U., en 1988-1994 y más adelante en el periodo 2000-2005 fue un factor adicional determinante contra la inversión manufacturera y en general en los sectores comerciables de la economía. La fluctuación real del valor del dólar estimula la inversión fija en países en vía de desarrollo al reducir los precios relativos de la maquinaria y equipos de importación, lo cual reduce, a su vez los precios relativos de los bienes no comerciales reduciendo la rentabilidad en los sectores de viene comerciables y reteniendo la acumulación de capital en esos sectores.
El apoyo de los banco para el financiamiento para generar empresas productivas o simplemente para reforzar a las empresas ya establecidas es otro factor determinante en la desaceleración de la economía mexicana. A fines del 2003 los préstamos bancarios como fracción del PIB eran sólo 14% comparado con 100% en un país de la OCDE con 24% en 1991cuando los bancos fueron privatizados. Lo que significa que, los bancos en los países desarrollados dan más financiamiento a las empresas, y esto es determinante para que un país crezca, se desarrolle, evolucione y sea competitivo gracias a su PIB.
El autor concluye su investigación deduciendo que cuatro fueron los factores que afectaron la aceleración del crecimiento económico de México, y estos fueron:
• La baja inversión pública (particularmente en la infra estructura).
• Un tipo de cambio real apreciado durante la mayor parte del periodo de 1990.
• El desmantelamiento de la política industrial durante el periodo de la Reforma.
• Y la falta de financiación bancaria.
Cuatro factores explicados y que, como ya se leyó, fueron determinantes para evitar que el país alcanzara a colocarse dentro de los países que integran la OCDE y que se convirtiera en un país competitivo y desarrollado, no en vías de…


Capítulo 6 (En desarrollo)
Canadá y el TLCAN


Capítulo 7 (Falta por desarrollar)
Análisis Estadístico
7.1 Importaciones y exportaciones agrícolas en el marco del TLCAN.
Desde que el TLCAN entró en vigor, en 1994, el comercio agrícola entre México y los Estados Unidos, ha aumentado considerablemente, las exportaciones agrícolas provenientes de México hacia Estados Unidos han crecido casi 10% cada año, según datos de la embajada norteamericana, es el doble de lo que se exportaba antes de la firma de dicho tratado, en cuanto a las exportaciones provenientes de Estados Unidos hacia México, han crecido alrededor del 8% anualmente.





Fuente: http://www.usembassy-mexico.gov/sataglance_trade_info.html
Según datos del Instituto Nacional de Ecología, las exportaciones de alimentos y productos agrícolas de Estados Unidos se incrementaron el 51% de 1989-93 a 1994-98, hubo un aumento del 76% en la importación de productos agrícolas a Canadá, mientras, por parte de México el aumento fue de 53%.
Los incrementos en exportaciones de Estados Unidos a México, son el sorgo, carne de res, de ternera y puerco, mientras que en exportaciones de México a E.U. incluyen, carne de res, de ternera, lácteos, manzanas y peras, se menciona también que las importaciones provenientes de E.U. a México a consecuencia del TLCAN son, los cacahuates, el azúcar, los tomates frescos y procesados y el melón (ERS, 2000).


Conclusiones
Por lo que, el objeto de todo comercio es aumentar la producción, ya que, todo comercio, nacional o extranjero, es benéfico, al incrementar el volumen y no el valor de la producción.
México no es la economía mas beneficiada con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, aun y cuando cuenta con una basta cantidad de tierras fértiles y un clima benéfico para la producción de diversos productos agrícolas. Sin embargo, la producción puede aumentar con la ayuda del gobierno mexicano entregando diversos tipos de subsidios en le proceso productivo, y del mismo modo proporcionando créditos para la obtención de tecnología necesaria para el aumento de la producción.
Esto provoca que nuestro país exporte los productos que pueden ser o son producidos por los agricultores mexicanos claro en menor escala que la demanda final. Y que a su vez también crea que nuestra economía sea dependiente de esta gran economía mundial.
Por otro lado la economía más beneficiada dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte es la estadounidense, ya que esta cuenta con una basta maquinaria que hace que la producción se realice en menos tiempo y con menos personal, caso contrario de México y gracias al otorgamiento de distintos subsidios dentro del mismo proceso productivo.
De lo cual se puede percibir que los Estados Unidos de Norte América es el más beneficiado con la firma de este documento, puesto que, utiliza a México y Canadá como abastecedores.


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Bibliografía



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Grafica 7 (Cuadro 2)